martes, 21 de agosto de 2007

Una vez mas caminamos por la Avenida Atocha para dejar atras Madrid. En algun momento debia terminar el viaje aunque ni Tjasa ni yo quisimos que eso pase.
¿Cómo llegar al pais donde uno vive, luego de recorrer tantos otros?

SZ

viernes, 17 de agosto de 2007

Mis disculpas por no escribir por tanto tiempo. No se en que quede. El recorrido luego de Amsterdam y Bruselas fue escala (por tres dias) en Brujas, y luego Paris. Brujas fue inolvidable y Paris tambien, aunque llovio demasiado. Hablar de Paris esta algo trillado por lo cual recomiendo sin dudas el anterior destino, sin dejar a la francesa ciudad.
Hoy, en Madrid, los dias acompañan mejor. Tjasa y yo nos divertimos mucho juntos. Etcétera.
Pensamos un slogan para este viaje en los momentos nos tan productivos: "por un mundo sin yankees". El titulo nos parecio un poco fuerte y xenofobo. Por eso, decidimos darle otro matiz y decorarlo asi: "por un mundo sin yankees ni argentinos en el exterior". Eso nos parecio conveniente para el grado de xenofobia y asquismo que alcanzamos. Igualmente, preferimos no hacer publico el slogan dado el exceso de yankees.
Los argentinos en el exterior son muy molestos.

SZ

miércoles, 8 de agosto de 2007

Quien se hubiera imaginado entrar al bano de la Corte Internacional de Justicia para la Ex Yugoslavia, cita en La Haya, y que solo fuera para discapacitados. Luego de un interminable proceso de control y de pasar detectores de metales por nuestros cuerpos, accedimos al hall de entrada. Pasamos otro control y una vez cruzado el guardia de seguridad nos dijo -solemne-: 'la sesion entro en receso hasta dentro de una hora'. Nos miramos con Tjasa y volvimos al hall. Ofuscado, entre al bano antes mencionado. Una japonesa me espero mucho tiempo afuera ya que me quede inspeccionando un sitio tan intimo en un lugar tan conocido y donde todo era inspeccionado.

SZ

lunes, 6 de agosto de 2007


Aca estamos en el Parlamento

Aleman. Saludos, SZ

Retomando

Luego de bastante tiempo de no escribir, tengo ahora la oportunidad de hacerlo. Tjasa lee cada una de las palabras que escribo y para mi eso esta bien. Creo que el recorrido que describi termino en Viena. Una vez mas, increible. Praga tambien fue de esa manera, aunque tuvo mucho mas encanto y menos perfeccion. Paseamos una y otra vez por el Puente de Carlos IV, donde las estatuas ni se inmutaban con nuestra presencia, y donde una vez supieron tirar al rio a San Juan Nepomuceno. Lo recordamos varias veces a 'Nepi', lo cual mostraba el estilo de nuestros comentarios.
Luego de Praga visitamos por un dia Dresde, al Sudeste de Alemania. Tranquila, tambien agradable pero no mucho mas que un par de edificos historicos y una buena Opera. La inspiracion llego en Berlin, el climax del viaje hasta ese momento. Nos topamos con historia y realidades diferentes. Division de Berlin, muro mediante, con un 'Este' que nos llamo mas la atencion que el lado occidental. Lo nuevo y lo antiguo se combinaron de una forma genial (Tjasa, a mi lado, parece disfrutar de lo que vivimos hace pocos dias y pasa su mano sobre mi espalda, en senal de agrado y recuerdo). Todo lo construido en la actualidad tiene una referencia. Los simbolos y las historias detras de ellos parecen brotar de los rincones de esta ciudad espectacular. En fin, nos asombro.
Sin acentos ni enies es dificil no frenar un instante y querer corregir, pero gana mas la libertad que parece darnos el viaje a Europa que un simple esquema en la cabeza de uno.
Viajamos entonces 10 horas por toda Alemania. El micro lo comandaban dos polacos poco agradables y bastante molestos de hecho. Una vieja pidio a Tjasa que corriera su asiento porque no entraba en el de ella. Tjasa habia reclinado el suyo impidiendo que la vieja (polaca?) pudiera estirarse tranquila. Varias paradas, un poco de frio, olores confusos, y la llegada ansiada a Amsterdam. Ahora, en esta ciudad, parece otro viaje, no tan cultural y algo mas descontrolado como Amsterdam lo propone. Canales, calles, y un poco de bicicleta entre las calles y los canales. Le agrego romanticismo, le imprimio un poco de relajacion y menos museos. Tuvimos bastante con ver a Van Gogh y la casa de Anna Frank. Simbolos falicos en varios lugares de esta ciudad (segun palabras de un guia gay a quien no quisimos escuchar mucho mas porque no sabia tanto de esta ciudad), droga por todas partes, putas en una decena de cuadras, sex shops, coffee shops, de todo-shops. Tjasa se va cansando de a poco. Estamos cansados pero con ganas de seguir viendo mas. Hoy es nuestra ultima noche aca y manana nos espera Bruselas, previo paso por algunas ciudades holandesas.

SZ

viernes, 27 de julio de 2007

Viena de noche

Tjasa propuso pasar la plaza donde se encontraba la estatua de Maria Theresa. Esta separaba el museo de historia y el de ciencias naturales. Palacio de un lado, palacio del otro. Dos monumentos sobresalientes entre arboles y parquecitos. Como dije, Maria Theresa dividia ambos museos.
Llegando a la bocacalle, el semaforo de peatones dio rojo y todas las personas pararon de uno y otro lado de la avenida. Pasaron tres tranvias rojos, uno azul, cuatro autos ultimo modelo, y otros ocho autos pararon cuando dos peatones insolentes (Tjasa y yo) se mandaron a cruzar por el Ring Strasse que lleva al Hofburg.
La noche llegaba y el Hofburg iluminado nos daba ganas de abrazarnos. Lo hicimos. Luego sacamos un par de fotos y cruzamos el parque que esta mirando a ese palacio. Entramos en otro jardin y el sonido de la musica ya se escuchaba. Llegamos a un claro y pudimos ver el Rathaus con una inmensa pantalla donde se proyectaba un concierto de musica clasica. Dos gradas y una cuantas sillas dispuestas enfrente a la pantalla y al Rathaus. Caminamos por entre las sillas y tras de las gradas encotnramos puestos de comidas de varios paises donde se paseaban multitudes, principalmente jovenes.
Volvimos a las gradas con algo de comida para disfrutar del espectaculo. La caminata a nuestro hostel fue larga pero sirvio para comentar lo visto en todo el trayecto.

Esa fue la ultima sensacion de Viena.

SZ

miércoles, 25 de julio de 2007

Hasta ahora solo han sido algunos comentarios o historias rapidas. En este texto tampoco nos extenderemos mucho yaa que quedan cuatro minutos para que esto se termine.
Salzburgo, desde donde escribo tiene encanto unico, que luego mostrare en este blog. Castillo arriba en la montana, callecitas coloridas alrededor del rio Salzach, y bueno, demas cosas. Estuvimos viajando en auto por la autopista que lleva a Innsbruck y conocimos aquella ciudad. No con tanto encanto pero con una muralla de piedra y bosques que se ve desde todas partes.
Vienna fue increible y manana volveremos, solametne para tomar un micro a Praga. Repito, Vienna fue increible. Escribi algo sobre Vienna pero tengo un minuto y medio. Es sobre un concierto en video (pantalla gigante sobre una iglesia descomunal) con dos mil personas, a la noche, etc.

sin palabras

SZ

lunes, 23 de julio de 2007

Tjasa me mira, espera el momento en que yo introduzca la clave zy por fin ingrese al sistema de inscripcion. Las teclas confunden un poco cuando haz que escribir una y griega. Para ellos el teclado cambia la z por la y.
Tjasa, atenta siempre, no despega los ojos de mi vista, del monitor y se pone nerviosa por mis errores al escribir z borrar (o errar letras, como ahora).
Cansados los dos, recorrimos mucho para estar ahora desesperados por un sistema de inscripcion lentto como cualquier tramite burocratico estatal. Estudiamos varios autores como para poder o querer enmendar lso errores estatales.
Nuevamente, la maquina se cuelga, faltan tres minutos para que el turno de internet se acabe y nosotros tengamos que poner otra monedita de 0,50 euros o bien subir las escaleras y enfrentar el mal olor de un cuarto con personas de todo el mundo
veremos
sz

sábado, 21 de julio de 2007

Ahora sí, alguito de Barcelona

Barcelona está poco a poco más linda. Superada la etapa nocturna de una parte de esa ciudad, Tjasa me mostró otros lugares por donde recorrerla. La ciudad vive a su ritmo, algo bastante parecido a Buenos Aires, como jugando un ping pong entre lo europeo y lo americano. Pero esto no es turismo (sobre lo que escribo, pero sí lo que hago), aunque siempre algo se comenta de eso. La cuestión es que la sensación de extranjero ya se me fue. A Tjasa por supuesto que también. Ella conocía esto.
Familiarizarse con otra ciudad no siempre es fácil, ni bueno. No es fácil porque todo es desconocimiento, a veces hay miedo, y no termina de encajar el estilo de ciudad (y de vida) ajeno con el propio. Y no siempre es bueno porque una vez familiarizado, uno se encariña y, por lo general, al otro día tiene que volver.
no es nuestro caso.
SZ

viernes, 20 de julio de 2007

De aeropuertos e islas

Lo más visitado por nosotros (Tjasa y yo) ha sido el aeropuerto de BCN. Llegamos desde Buenos Aires, y pasamos varias horas en El Prat, para tomar un avión a Menorca. Una isla pequeña, con un recorrido de cuarenta km de punta a punta. La ciudad cabecera de Menorca es Mahon o Mao.
Con Tjasa pudimos visitar diferentes puntos de esta isla, el día empezaba y para nosotros era de noche aún. Paramos en una playa lejos de Mahon, atravesando una ruta con vista al campo, y reposamos. El sol de la tarde ya rajaba nuestra piel. El agua verde por un lado, y azul por otro.
Nos llevamos un muy lindo recuerdo en las casi 14 horas que estuvimos allí. Ahora, el aeropuerto de BCN nos esperaba. Otra vez el tedioso movimiento de gente. La llegada a la ciudad fue linda, pero también nocturna y un poco sucia por esos momentos.

Por ahora eso.

saludos
SZ

miércoles, 18 de julio de 2007

Ida/Vuelta

Al olvidadizo, al lento, a la poco memoriosa, al perdido, a la que necesita una secretaria/o, al delarruista de antaño, al grosso sin condiciones, al loco lindo, a la naboletti, a todos, todos ellos y ellas va este suspiro, esta admiración.

No saben ellos, aunque se los dije, que pronto no estaría por estos pagos. Menos aún que no sería definitivo y que regresaría para tocarles el hombro nuevamente.

En fin, la intro ya está, y el vuelo nos espera a Tjasa y a mí. Próximamente estaremos en Barcelona, a su salud!

SZ

viernes, 15 de junio de 2007

Literatura

La página está en blanco. No tengo muchas ganas de escribir. Creo que es porque estoy alejado de la literatura. Un amigo me comentó una conversación con su madre: "vieja, yo hago literatura". Esas letras sonaron de forma estridente. Luces bajas, un poco de humo entre la mesa y la lámpara, y el toque final de "literatura". Acentuación en "tú". El "ra" casi inexistente, pero profundo.

Esas palabras que están en el aire, suenan monótonas y luego un tipo como mi amigo -Mariano- puede hacerlas parecer un silencio sepulcral entre el bullicio.

Supongo que esta clase de personas me arroja algo de la literatura que busco cuando la página está en blanco, o cuando no quiero escribir. Aunque sigo descuidando esto de escribir (por cuidar otras cosas personales de mayor urgencia e importancia), me resisto a perder este contacto tan íntimo conmigo, tan curioso con quienes leen.

SZ

martes, 5 de junio de 2007

Desencantado

así me encuentro. Frente a este panorama paupérrimo, me molesta saber que casi la mitad del electorado porteño votó a Macri. No todo queda en este candidato, sino también en el segundo y tercero, y hasta en las fuerzas que tuvieron menos de un cinco por ciento de votantes.

Macri apareciendo como el paradigma del cambio indiscutido, como gran formador de equipos de gestión, como un avanzado empresario que supo sacar adelante a un equipo de fútbol y lo coronó. Mi tío Alberto "Cuqui" Dvorät también cayó en una empresa (una fábrica de ladrillos en Entre Ríos), la sacó del déficit, y en unos ocho años ya ganó premios en Dinamarca, Estados Unidos y México (hay una asociación que otorga premios a la empresa con mejor calidad de ladrillo de diferentes productos). En 2003 el Cuqui se postuló para Concejal en San José de Feliciano (Norte de E. Ríos), y este año lo eligieron intendente de esa ciudad. El problema es que el Cuqui no tiene idea de administrar lo público... Eso sí, es un gran gerenciador de empresas.
Disculpen la digresión, pero el caso era parecido al de Macri, salvando distancia, magnitud y relevancia.

Lo de Filmus, bueno, gente, ¿qué puedo decirles? Detrás de él, o mejor dicho, delante de él, hay una banda de mafiosos "del primero al último" -siguiendo a Jorge Batlle en su célebre frase destinada a los argentinos en su conjunto-, que tiene una estructura tipo "omertá" y que es superavitaria en casos de corrupción. No mucho más para decir.

Telerman tuvo una asombrosa capacidad para ganarse votos en su contra -por ejemplo el mío- en tiempo récord. Se perfilaba como una salida moderada frente a la derecha macrista (con mayoría en la Legislatura) y frente al avance Kirchnerista en todo el país, encarnado en la figura filmuseana en Capital. Pero se fue de mambo. Un exceso de afiches, propagandas en tv, y una forma muy pegajosa ("cada día te quiero más", y otros usando mucho amor, "sumatorias", mostrando su calva bocha) de expresar su amor por buenos aires y por los porteños. Conclusión: me "sacó" en una veintena de días.

Los partidos de izquierda en su gran mayoría estuvieron en contra de todo. Hicieron la gran "anti", rivalizando a todo el que estuviera con los capitalistas depredadores. Repito, casi la mitad del electorado estuvo con un fiel exponente de esta clase, o sea M. Macri. Otros izquierdistas optaron por no ir a votar. Anarquía total. Sin palabras.

Hubo casos rescatables como los de Lozano y ... bueno, como Lozano (queda clara mi postura).

Con todo esto, el panorama, les decía, es paupérrimo. Nadie aportó nada nuevo, distinto. Pocos ciudadanos conocemos las plataformas o acciones de los candidatos -ahora sólo dos, Macri y Filmus. Parece que el discurso (oral y escrito) y la práctica política no intervienen en el proceso de persuasión de los votantes. Solamente son flashes, peladas, bigotes, Boca Jrs, K., saltos a baches, afrancesamiento, y qué sé yo.

Por otra parte, a nivel nacional hay una fuerza y es, lamentablemente, la de K. Después hay un devaluado ARI -con una coalición que es más un rejunte de ex peronistas, dualdistas, radicales, y Bullrich, que no sabemos qué color tiene-, una segunda débil "fuerza" política, valga la paradoja, que es la UCR (nominalmente es la segunda, luego del FPV), pero que no pincha ni corta por el momento, y luego el Macrismo que es muy fuerte en Capital Federal y que suma un número interesante para la elección nacional.

Pero todo parece indicar que luego de luchas internas entre los partidos de oposición nacional (ARI, UCR, Macrismo, izquierdas), éstos no llegarían siquiera a los talones del FPV. No quiero perder las esperanzas, pero entre el domingo y lo que se viene en Octubre, estoy por demás desencantado.


SZ

PD: por cierto, desencantado con la clase política y con la sociedad.

jueves, 24 de mayo de 2007

Robare humanum est (o pequeños despistes de un tipo con mala suerte)

La vida fue para el señor L. una cuestión de azar. De niño tuvo grandes fracasos, pero la gravedad de su mala suerte se hizo cruda cuando abandonó ciertas estupideces de joven y conquistó otras estupideces de adulto. Esa extraña ruleta dejaba la bolilla en el casillero de él, aunque sus apuestas siempre eran equivocadas.

Cansado de recibir golpes de objetos animados (movidos por ánimas o espíritus, supuestamente), de fracturarse distintas partes de su cuerpo con frecuencia, de arruinar fiestas y cumpleaños al momento de su arribo, y otras desgracias de un típico jettatore, decidió estudiar los motivos de su mal.

No contento con su idea, el señor L. prometió vengarse de quienes lo ridiculizaban o le huían considerándolo un "demonio de nube negra". La mala suerte le debía tocar a otros, por lo que era razonable que él mismo -demonio personificado- generara esas acciones negativas.

La investigación de su patología metafísica le demandó tiempo de biblioteca. Se hizo habitué de varias. Lo consideraban ya un amigo, que paseaba diariamente por los muebles lustrados de instituciones prestigiosas y por las estanterías de organizaciones de menor perfil. Visitó asociaciones, fundaciones, ministerios públicos, bibliotecas populares, barriales,
y demás centros con libros a disposición de la gente.

Su conocimiento sobre aquel síndrome de jettatore que le afectaba incrementó notablemente. Tal es así que el señor L. utilizó de manera eficiente mecanismos para reducir su producción de mala suerte. Claro, lo había aprendido luego de investigar cuatro años ininterrumpidos. De hecho, las lámparas, los libros y las mesas se le caían menos en las bibliotecas, ya que alteraba el rumbo de sus acciones de forma constante y milimétrica. Cambiaba lapiceras (y sus cartuchos) cada dos días, zigzagueaba de vereda a vereda el recorrido hacia su casa, compraba alimentos sin adherezos, etc.

Existía sí, una nueva costumbre en el señor L.: hacer propios los libros de las bibliotecas. Aquello representaba apoderarse del conocimiento, y por ende tener el control de su problema. Con la calma adquirida en su larga estadía en las bibliotecas, comenzó a recoger ediciones antiquísimas de incunables. Pronto llegó a tener hasta dos ediciones de La Ilíada, los Miserables y La Biblia (también había que distraerse). Juntó 1.738 libros en 6 años.

El señor L. sigue acusando dolores de espalda, de estómago e incomodidades diversas. No por aquellas falencias comentadas al principio, sino por su estilo de extracción de libros que no le pertenecen -pero que posee. Hace poco un amigo (quien me comentó de la existencia de este tal "L") que trabaja en mesa de entrada en una biblioteca conocida, se atrevió a filmarlo. Era tarde, el señor L. nunca más volvió.

SZ

PD: si desean saber de sus andanzas, visiten http://youtube.com/watch?v=IlOZXMcaOCQ

jueves, 17 de mayo de 2007

historia que no es pero será

en los próximos días aparecerá en este lugar una pequeña historia basada en hechos reales sobre un ladrón de biblioteca.

ya vuelvo

SZ

martes, 8 de mayo de 2007

short and to foot

"El ser humano es injusto por naturaleza", dijo un amigo mío hace unos días. Agregó que es agresivo, ambicioso, egoísta y otras palabras irreproducibles. "Por eso -continuó- hay que salvarse de la catástrofe y tratar de estar bien uno". Mi amigo (claro ejemplo de su propia idea -o sea, de ser un humano egoísta, por ejemplo) tiene un espíritu algo individualista. Prefiere aceptar esa injusticia y ambición humana antes que tomarla con pinzas. Parece sencillo pronunciarse por esto y sentenciar: "Bueno, muchachos, no queda otra que la guerra civil, el enfrentamiento, la corruptela y los ladrones por temor a una amenaza latente".

Amén.

SZ

lunes, 30 de abril de 2007

sobre las campañas políticas

Las campañas políticas tienden a ser agresivas por estas latitudes. La solidaridad no existe en las campañas ya que se debe vencer al enemigo. Se diluye la representación que cada candidato posee por el mero hecho de personificar esa campaña. O sea, los sectores a los que representa no son tomados en cuenta puesto que hay una disputa entre personajes y no entre éstos e ideas, acciones, propuestas, intenciones, etc. Por eso, lo más visibles es que se deja a un lado el paquete de propuestas (si es que existen) para gobernar el distrito. El debate (ídem anterior) se hace llano, superficial, y por demás inverosímil.

Por otra parte, los ciudadanos tendemos a unir la cara del aspirante con un símbolo: Filmus con una escuela hecha con dudosos fideicomisos, Telerman con un subterráneo lleno de franceses homosexuales, Macri con una niña carenciada con la camiseta de Boca. Las relaciones directas entre el sujeto (Macri, Telerman, Filmus) y el objeto (escuela, subte, niña carenciada -para M. es un objeto, claro) son lugares comunes de los ciudadanos, que se prestan a imágenes que atraen e hipnotizan.

Y continuando con los ciudadanos, no se sabe qué porcentaje realmente le cree a los principales candidatos. La votación se podría decir que se mueve en un sentido de Second Best, eligiendo al "menos malo". A su vez, se estila ir a votar sin hacerse cargo de lo que se elige, con lo cual se delega al gobernante la dirección de su distrito (claro que es él el máximo responsable, pero lo que se delega es la participación ciudadana en el quehacer público).

Puede entenderse un poco más porqué ciudadanos y gobernantes se comportan de la manera que ya sabemos. Lentamente, las palabras compromiso y responsabilidad dejan de ser comunes para todos.


Por una nueva opción. Votate, votame.


SLAVOJ ZIZEK
Jefe de Gobierno 2007

votate, votame.

No botes tu voto

Si querés una ciudad que labure, que sea limpia, que cuide a sus habitantes, que responda frente a conflictos... votate. votame.

SLAVOJ ZIZEK
Jefe de Gobierno 2007


votate, votame.

sábado, 21 de abril de 2007

Lo que usted tanto esperaba

Si pensó que ya nada podía modificar una actitud. Si pensó que al volver la vista algo aparecería. Si pensó que ya no me encontraría. Procedo a informarle, estimado pensador/a, que he vuelto.

Quizás usted esperaba que yo satisfaga sus necesidades más literarias, que le dore la torta de la pulsión escritora, que llene de encantos y maravillas este lugar tan abierto al Mundo pero sumamente desconocido por él. Bueno, no espere eso, plis.

A los argentinos siempre nos ocurre este tipo de cosas: esperar un Mesías para que solucione los problemas tan graves que sufrimos. Pero sabemos, señor, señora, que no existe tal Mesías -o por lo menos debemos pagar la cuenta de teléfonos porque lo llamamos y da el contestador-, que no hay nadie que pueda solucionar problemas por nosotros mismos, que aquellos no son tan graves, y que no sufrimos tanto respecto a otras latitudes.

Claro que siempre hay excepciones. Porque, como sabemos, lo que usted tanto esperaba es a mí. Todos los días abriendo este sitio para encontrarse con el mismo recauchute de palabras en una confesión pedorra -aunque el público diga "no es pedorra, che"-; siempre preguntándose porqué Slavoj no escribe. Y ahora yo (al límite), entre el deleite de ver los pedidos de ustedes, arrodillados a la pc para que escriba, y mis incontenibles ansias de observar su desesperación, teniendo el poder en mis manos, por fin hago pública mi aparición.

Con un público tan deseoso de este Mesías, y con éste tan concentrado en reforzar su liderazgo, en un lugar tan sencillo como este (me refiero a la web), podremos entender que todo esto se parece bastante a los chascos que tenemos como candidatos a lo que usted, señor, señora, desee.

Sin más,

el candidato del pueblo que los parió
SZ

lunes, 9 de abril de 2007

Confesión pedorra

En los últimos días nada me acercó a esta nueva forma de mostrar lo que uno escribe. No quería pasearme por las teclas, ni recordar una anécdota interesante para plasmarla por escrito. Me ausenté de aquellos sitios que están a la derecha de la pantalla (allá --->), porque tenía que revisar todos y cada uno de ellos, leerlos detenidamente, dejar comentarios y demás. Mi concentración pasó por Tjasa, amigos y lecturas de facultad. Vomité. Dormí hasta tarde. Miré varias películas de Gudialen. Me asqueé de huevos con sorpresa. Fui a algún que otro restaurant, pero preferí el serivicio de mesa de mi hogar vacío. Aunque lo que más marcó mi falta de hábito escritoril es que tuve un cerebro desnutrido, carente de ideas cosquilleantes o ridículas como para exponerlo.

Punto.
SZ

viernes, 30 de marzo de 2007

Solicitada

Hay momentos en la vida en que las personas pierden el control y todo se les desvanece de sus manos. Esto produce desesperación o alivio, depende el caso. Aunque esta vez, no sabemos cómo clasificar este mismísimo instante en que una persona ha perdido su poder sobre sus actos.

Conocemos bien a esa persona: nos descubrió, interrogó, nombró y demás. Temimos ser parte de abusos y hasta utilizaciones sin sentido (lo fuimos, claro está). Sabemos que aquella nos considera, aunque por lo general tiende a confundir a las demás personas, inclusive a nosotras.

En fin, pretendemos con esta solicitada acrecentar nuestro poderío, mostrar al mundo nuestras mutaciones y perdurabilidad, e inculcar una nueva forma de comunicación, la interpretativa. No abogamos por frases como "todo el poder a los soviets", o "el Estado soy yo", de la cuales se ufanaron varios autoritarios y algunos teóricos; sino que intentamos hacerles ver la escisión existente entre lo que se nombra y lo que es (o parece ser), es decir, que las personas dan un significado a las cosas -y por ende no están enquistadas en algo y punto.

Este es nuestro poder, el poder de las palabras.

SZ

PD: el Sr. Slavoj Zizek se opuso rotundamente a firmar esta solicitada. Pero debido a nuestra insistencia y a técnicas de atropello empleadas por nosotras, el citado consideró oportuno rubricar este escrito con sus iniciales. Nuestra principal justificación es que debido a nuestra aún relativa autonomía, su blog es la forma de expresarnos. Muchas gracias.

martes, 27 de marzo de 2007

Filtro-nariz

"Hola. Vengo por mi rino-sinusitis". El doctor me estrechó su brazo. "Claro, acá está la placa. ¿Tan mal sacadas están? Suelo hacer las placas en ellugar de siempre". Sin pedir permiso, se presentó como un orador experto en filosofía, aunque a veces revisaba su costado médico: "Lo acabo de revisar y su nariz está fenómeno. Usted no tiene rino-sinusitis, aunque en otro momento se lo haya dicho el médico anterior que menciona".

No entendía nada. Había ido para que me diera la receta del Nasonex, un par de pastillas desconocidas y para que me abra un poco el interior de mis fosas. Pero ahora estaba arribando a conclusiones psíquicas, psicológicas y psicodélicas que me enfermaban más de lo que estaba -si es que lo estaba. Según él, todo provenía de un temor a acercarme al mundo exterior, reflejado en ese filtro-nariz situado entre mi cuerpo y lo de afuera.

"¿O sea que no tuve esto en este último tiempo?" Entonces se vislumbraba cuál el acertijo del simpático hombre de blanco: relajarme. "Yo también pensé que era psicológico, pero no como para creerme esto". Me ordenó buscar un masajista, un kinesiólogo, un mejor psicólogo (o bien sólo plantear el tema del filtro-nariz), tomarme quince minutos por día para relajarme y descomprimir mis músculos.

Mi vida entonces puede estar plagada de médicos que tiran abajo toda mi estructura de cartas de truco. Eso. Truco. Solo yo puedo creerme lo que mi anterior médico había dicho ("Rinitis y sinusitis, tome esto", en sus palabras). De hecho pasé 237 días durmiendo mal, me retiré de al menos cuatro partidos de fútbol a mitad de tiempo, me generó un 30% más de migrañas que hace un año y me hizo estornudar bastante más de la cuenta. Pero todo era un truco y nada de eso había ocurrido. Bueno... sí. Sucedió y me desperté de mala gana en la mañana del 238. Debido a ese truco tambalean los momentos que viví.

Me doy cuenta que puedo generarme mil problemas y que, como experto en el arte de desconocer la medicina, el diagnóstico será complicado o al menos delicado. Ayudado claro está por algunos reputados clínicos, y estimulado por mi propio cerebro, llego a conclusiones que necesitan urgencia. Pero, más tarde, otros doc's aparecen y echan pestes sobre mis postulados e iniciativas. Me hunden y recomiendan que revise mis varios años de terapia porque este tema no fue tratado debidamente. ¿La prueba? No hay rino-sinusitis.

Hay algo muy grave aquí. Todo hace notar que soy muy maleable, como un títere. Algunas ideas que formé de mí mismo pueden ser erradicadas -como hizo el nuevo médico con la teoría del anterior- por mi persona de forma sencilla. Veo el ejemplo con el filtro-nariz. Pensé por mucho tiempo que mis problemas más fuertes acerca de la relación con ese exterior eran algo menor. Error. Y no solamente que no son algo menor sino que -yendo a lo crítico de este tema- no tengo la más remota noción de cómo entender siquiera qué me ocurre con ese exterior.

SZ

viernes, 23 de marzo de 2007

Apologizek


Disculpen
Mente en construcción


Slavoj Zizek volverá a escribir en unos días.

(o no)


(o quizás por la nochecita)


martes, 20 de marzo de 2007

El tumulto de Tjasa

Nos encontramos. Nos queremos. Nos abrazamos. Nos distanciamos.
Y luego todo vuelve: nos encontramos, nos queremos, blá.
Ciclos, siempre ellos. Los hay lectivos, menstruales, económicos, de cosecha, ciclovías, cíclopes, y demás. Pero en este momento, donde la rueda ya giró entera, Tjasa y yo vemos que ha empezado el ciclo.
En definitiva la vida se nutre de eso -Ave Hegel- y darse cuenta de eso nos cuesta. Hablo de Tjasa y mi persona. Porque estos espirales van mutando aunque dentro de una misma estructura que no muta, que es inalterable. Entonces, diversos acontecimientos -como los que le pueden ocurrir a Guido- que se sucedieron en poco tiempo, pueden alterar el estado de ánimo de uno y otro. Pueden hasta hacernos dudar de este ciclo. Más aún si dichos acontecimientos nos agarran en un distanciamiento. Pero, creo -Tjasa no me dejes mentir- que nos tocaron en un momento de abrazo.
Uno nunca sabe qué es lo correcto, qué es lo que ocurre, etc. A ciencia cierta no lo sabe. Pero las convicciones suplen ese vacío que dejó el desconocimiento.

Quiero a Tjasa, mucho. Ella lo sabe. Ella me quiere y mucho también. Pero a veces los acontecimientos hacen perder la estabilidad y el ciclo pierde su importancia ya que es un tema de las personas que están en él (ojo, nunca puse esto en duda), aunque se hace puro y exclusivo de las personas (algo con lo que no concuerdo).

Hoy yo deglutía unas "mini melba", las que vienen en la bolsa terrabusi variedades. Parecieron acabarse en dos segundos. Vi solamente un rejunte de galletitas sin gusto, aburridas y recelosas de las melba -las más deseadas por mi paladar y el de muchos otros-, en fin, vi tumulto. Imaginé que ese era el tumulto de Tjasa y sonreí. Recordé a Tjasa y me alegré. En un esfuerzo sobrenatural, agité de arriba a abajo la bolsa marrón y, tímidamente, florecieron las mini melba.
De nuevo ellas.

SZ

lunes, 19 de marzo de 2007

Diván

19.46- hs debo partir en este mismo instante a ver a Copje. Copje no espera con una masita, ni un té saborizado. Solamente espera. En veinticuatro minutos empieza nuestra charla.

Seguramente el diálogo empezará así: "hola Copje, cómo estás?"; "Bien, bien, gracias" y todas esas cosas. O sea, todo normal desde el principio, mis queridos temerosos de otras Copjes.

19.48 hs - Falta menos que antes (siempre falta menos que antes) para verle la cara. Sé de qué temas hablaré. Pero me gusta mucho intuir, adivinar, arriesgar qué cosas serán las nuevas; qué habrá -entre esos temas- en mi cabeza que yo no pueda darme cuenta.

19.50 hs - Copje siempre tiene una salida elegante. Copje es una ribeteadora fascinante. Me da vuelta como una media y, luego de aquellos cincuenta minutos, me "tira" a la vereda como trapo.

19.51 hs - Ahora sí, no hay más excusas, debo partir.

SZ

domingo, 18 de marzo de 2007

Guido desvanece

Ista semana fue complicado paro Guido. Un amigo ítalo-esloveno qui parla un español coherente. Se notaba a la ligua su desazón. Motivos le sobraban: estuvo presente en un entierro, fue víctima de un asalta a mano armade en calle Lavalle e su hijita estaba con problemas (aún hoy siguen sin detectar suyo enfermedá). No tuvo más rimedio que acercarse a mi puerta y largar todo con un imotivo llanto. Así de sencillo fue su acercamento.
Tan sencillo para algo tan complicado como es la vida en ese tipo de semanas. Habló, lloró. Yo lo escuchaba con suma atención (ahora creo que algo de su italianismo quedó en mi cabeza, aunque no sepa una sola palabra).

Pienso en Guido. Pienso en sus desgracias. En esos momentos no quiero más nada. Solamente acompañarlo en su dolor. Preguntaré a Copje cómo se sale de esta clase de semanas. Ella tendrá palabras para hacerme salir al menos cincuenta minutos de esa feroz realidad, lindera con la muerte.

SZ

martes, 13 de marzo de 2007

Encuentro

Ayer lunes me encontré por el centro de Buenos Aires. Humedad. Pura humedad.
Decidí comer algo. "Un sánguche y una coca", dije. "Sánguche no, sólo pizza y empanadas", me contestó un sujeto malhumorado.
Me atraganté con dos porciones de muzzarella y previamente con una empanadita de jamón y queso. Grasa. Pura grasa.
Entre el partido repetido del domingo -un Lanús vs. Racing deplorable-, los comentarios groseros de un par de tipos a mi lado, y la vieja de más de ochenta que siempre veía yo comprar pizza, surgió, desde el exterior, una figura llamativa.
Su andar era imprudente, fijando su vista en algún recodo de los viejos edificios. Llevaba una remera naranja, unos zapatos azules y naranjas también, pero desentonaba con un pantalón marrón clarito. Entre su axila traía el diario que se reparte en el subte y algunas hojas escritas en clara pluma.
Pensé que podría ser un viejo albañil, un viejo ricachón, o un viejo extranjero. Cabría cualquier posibilidad. En un instante hizo una gran pantomima: miró a dos chicas por delante y por detrás, giró en ciento ochenta grados, avanzó sobrepasando una señora -lenta en su andar-, y con su derecha estirada abrió la puerta del abismo. Entró de golpe y todo el lugar pareció callar ante sus pasos. Observando ahora la lista de precios del mostrador, recorrió el pasillo ante la mirada del público (escaso, claro, eran ya las 15hs) que esbozaba una sonrisa.
"¿Qué tal Don?", preguntó el malhumorado, de reciente sonrisa. "A los efectos de contentarme con un placer parecido al de navegar en proa, déme, si es tan amable, una de anchoa".
Me di cuenta, en ese mismo instante, que mi ojo nunca había estado más fino. El simpático ser descolocado, desnivelado de la estructura y la situación, no era si no el intrépido literato Don Álvarez Gómez.

SZ

miércoles, 7 de marzo de 2007

Nacimiento

Me gusta el ritmo porteño. Su movimiento y energía. Los obreros en frente de casa, el ciclo de bondis de Las Heras. Más allá un trajeado tamborilea su celular esperando que lo llamen de urgencia, un mozo limpia de forma metódica el piso de un restó paquete.

Cualquier tipo de música puede combinarse con estos barrios. No voy a describir cuáles, porque son todos los estilos. Con sólo pensar un segundo en esas imágenes, y luego subir el parlante, el walkman, la spika o el Ipod. A falta de alguno de ellos, se podrá recordar la música que más guste.

Ese tumulto porteño es insaciable, atropellado y voraz. Mientras esa sordera constante fluye, las manos ajadas de una madre reciben a una beba. Todo ese ritmo calla ante una respiración que se escucha en la sala entera. El silencio inunda una ciudad que parecía arrolladora.

SZ

lunes, 5 de marzo de 2007

Me pesa el día. Cae como un saco de tierra sobre una mula de montaña.
Trago saliva y pienso en mis anginas (que no tengo). Mis encías me molestan y me pica el cuello.
Nada de lo que escriba me convencerá; nada me llamará la atención para comentarlo.

Mi día está hecho. No debería haberme despertado.

SZ

sábado, 3 de marzo de 2007

Casilda

Viajé otra vez. Cada vez los viajes son más cortos pero a su vez más intensos (bueno, no siempre). A unos trescientos kilómetros, Casilda, señores. Orden y progreso, muchachos. Ordem e progreso, garotos. Mate, facturas, vino y un asado jugoso.

Sin ser una ciudad de atracciones visibles, entretiene el ritmo de pueblo: brazos en alto por la llegada de "El Laucha", el médico más reconocido del pueblo. "¡Laucha!", y los saludos se cruzan por las mesas del "Sarmiento" (bar en la esquina de la plaza principal). Más atrás, en el bar, se acodan los chiquitos de Don Luis, famoso por su librería a unas cuadras del centro. Por la vereda pasa la Betty, mujer del verdulero de calle España, Tito.
Así todo el día.

Otra particularidad de Casilda es su ambivalencia con la forma de vivir. Gente austera, al parecer de confianza, que puede sentarse en la esquina de calle Zeballos y el boulevard a tomar un mate, así como luego recorrer las estancias que adquirieron hace unos meses. El movimiento social de la ciudad no se condice con el económico de su región.

Verde por fuera y con una simpleza de pueblo bien armado, Casilda puede dar la bienvenida a cualquier visitante, haciéndolo sentir cómodo y tranquilo.


SZ

Tjasa

Tjasa es hoy una cálida y sentida mujer. Heredó un sinfín de rincones: entre su cuerpo, su estilo, su decisión rotunda, su franqueza. Mezcla de ternura incontenible y desbordante con un costado firme y hasta defensivo.
Sabe despertarme a la mañana -las veces en que nuestras mañanas son, justamente, nuestras-, acariciarme y rozar mis mejillas con sus tibios besos. Luego vuelve al sueño que le arrebata una sonrisa llena de paz.
Puedo pasar horas mirando a Tjasa. Creo que a veces no comprende el estado de mi fascinación por ella. Aunque le sobra inteligencia como para hacerme creer que no lo comprende, y así, yo retorno a ese inmenso sitio que es el de darle todo lo que ella me inspira. Me devuelve su cariño en bocanadas de dulzura.

SZ

miércoles, 28 de febrero de 2007

Versión aco(r)tada de Montevideo

Hay un Montevideo para uruguayos, otro para argentinos y otro para quienes quieren ser por un momento uruguayos pero luego quieren ser argentinos.
Ya de vuelta en su país, querrá [uno] ser argentino para luego querer imaginarse uruguayo una vez más.

SZ

martes, 27 de febrero de 2007

Montevideo

Hay un Montevideo para uruguayos, otro para argentinos y otro para quienes quieren ser por un momento uruguayos pero luego quieren ser argentinos.
Voy a descartar al primer y segundo Montevideo porque claramente ví un tercer Montevideo.
A su llegada, el llegador debe sintonizar algo de don Jaime Roos o bien algo de murga "yorugua". Sino, aquella ciudad está ausente. Ausencia más bien de color, de ritmo, de vida y comunidad. La división entre ciudad vieja y lo más moderno de M. me parece algo bastante poco saludable para el llegador, ya que aquella trasciende el dualismo modernidad-posmodernidad (podría ser una intempestividad, extratemporalidad, o algo así; un amigo, Álvarez Gómez, seguro tiene un empolvado cuaderno donde habrá escrito un texto sobre la intempestividad).
Rambla de noche y día. Puerto a la vista de esa rambla, la cual se pierde entre los codos que el agua formó. Una rambla que permanece anaranjada, suave y fresca. Tal vez queda más bella a partir de las seis, cuando bajan -esclavos del mate- algunos pobladores de M.
Los febreros se visten de fiesta en una ciudad inclinada al agua (debido a aquellos pobladores, esclavos del mate, que se acercan a eso de las seis, para conversar bajito sobre olas, sobre bombillas y sobre Tabareses). Por eso cuesta tanto volver al Norte, al centro geográfico de M.
Las fiestas, como decía, se aprecian más en febrero: una especie de "fiebrero", porque es como una fiebre por el carnaval montevideano. Y el llegador debe recorrer un circuito de clubes de barrio que, escondidos para un visitante argentino, florecen para quien por un momento quiera ser uruguayo. "¡Hay salchicha y chorizo!" grita uno. En los parlantes del club Malvín se repite "Cativelli es más rico", "Tome Chofitol y coma bien", "Café El Chaná, el mejor café", y así. El club tiene una tribuna -la Amsterdam, debido a la calle que la bordea-, el campo de juego de cemento y un escenario, al otro lado de la Amsterdam, a dos metros de altura. Abundan carteles pintados en las paredes, algunas lamparitas de colores y en el cemento cientos de sillas y mesas.
El llegador tiene que anotarse con unas horas de antelación, reservando a la misma hora en que la ciudad se inclina hacia la rambla, la hora más linda. El vacío de la Amsterdam y, después, del campo, son ya un recuerdo para eso de las nueve cuando la primera murga hace su aparición, y el público está debidamente sentado y en absoluto silencio.
Trajes de colores, esponjas hechas gorros y muñecos, mangueras y alambres atados a las telas. Frentes, labios y mejillas pintadas por colores fuertes y brillantina. Tres percusionistas detrás de quince personas que cantan a coro, entre duetos y tríos y demás mezclas de voces; algunas veces de espalda al público, el orquestista arregla los tiempos con sus manos, indica los tonos de las próximas canciones que vendrán y hace un juego entre la seriedad de una filarmónica y la intrepidez de una murga. Saltos, gestos -muchos gestos-, pedidos con los brazos, alusiones al amor, a la amistad, encuentro con viejos personajes de la murga uruguaya, teatralizaciones sobre los mismos, historias que dejan siempre un mensaje. Entre tanto, el llegador podrá percibir el alto nivel de bajada de línea, de crítica al capitalismo, de reproches al gobierno, de juicio a los militares (acompañado de fervientes aplausos del público de la Amsterdam y el campo de cemento; y más de uno gritando el nombre de la murga presente). Muñecos con las caras de Tabaré Vázquez y su gabinete, caricaturas de los militares, chistes sobre mujeres de moda que muestran sus partes en revistas, son habituales en las murgas.
Ya entrada la noche, la gente despide cantando y aplaudiendo a la última murga, que se pasea por entre las mesas y se va agradecida. Bajan entonces quienes estaban en la tribuna, se alejan los de las mesas, todos con sus mates y con tranquilidad.
El llegador podrá, al día siguiente, recorrer la "18 de julio", visitar algún museo, seguir paseando por la siempre anaranjada rambla, apreciar la belleza de los barrios Carrasco y Pocitos, recuadrar el aspecto solitario, dejado pero asimismo cálido del barrio viejo, tomar un mate por la plaza Cagancha, y hacer otras actividades de city tour.
Ya de vuelta en su país, querrá ser argentino para luego querer imaginarse uruguayo una vez más.

SZ

lunes, 26 de febrero de 2007

Escape

Me escapé. No llevé mi celular. Estaban todos menos mi padre: mis abuelos, mis tíos, algunos amigos, mi madre y su marido, y mi mujer. De pronto crucé varias fronteras, anochecía por aquellos oscuros rincones. La gente ya entraba a sus casas y yo, sediento de ver algún conocido, me di cuenta que era tarde, que no tenía celular para avisar sobre mi partida. En principio quiso ser un pequeño llamado de atención, pero sin quererlo se convirtió en una ausencia irreparable. Yo no lo sentía así. "Solamente me fui", pensaba después para mis adentros. Al intentar volver, escuché la voz dolida de mi hermano. Intentaba responderle -de hecho lo hacía- pero él no podía escucharme. Pregunté a unos lugareños la forma de regresar. La vuelta se hacía dura y mucho más larga que la ida. Tuve que pasar una frontera, desconocida para mí. Me pidieron documentos y escuché con mayor nitidez a mi hermano, por lo que pasé sin fijarme aquel obstáculo. Subiendo la pendiente, detrás de los arbustos, me encontré con ellos. Algunos lloraban, mi madre se indignaba porque yo no había avisado que me iba; un amigo no dejaba de mirarme azorado; otros me abrazaban. Mi mujer, lagrimeando, se hizo espacio entre todos y abrió sus brazos. Como enjuiciado, pero a la vez contenido, me fui dando cuenta que solamente puedo escaparme en un sueño.

SZ

martes, 20 de febrero de 2007

Turi turi

Finalmente adquiriremos el oficio de un robot. No es que seremos uno de ellos, porque si fuera así... al menos eso; y podríamos decir: "claro, soy robot". Pero lo de quedarse a medias, como lanzarse a la doble línea amarilla de una gran avenida, no. Un indefinido como: "no soy robot, pero tengo sus características; soy un poco humano, un poco robot".
Tendremos un andar estructurado, un poco más de memoria RAM, a la mañana se activará un sistema que nos preguntará el nombre y el pin o password (un estado semi inconsciente que puede concientizarse si nos acordamos de nombre y pin; si no es así, viene el técnico-robot). Nuestros sentimientos se cargarán con un chip de cholocate, como el de las galletitas. Al tragarlo podremos acceder al mundo sensible -a lo Kant-, y disfrutaremos de pasiones y de las plantas.
Nos llamarán por teléfono (o un nuevo aparatito denominado diferente, pero para el caso es lo mismo), sonará en nuestro índice un "turi turi" que podremos atender o no. Al visitar a nuestra enamorada el corazón palpitará de acuerdo a la agujita que diga "fast", y tendrá un control de velocidad para no sufrir accidentes emocionales.


SZ

viernes, 16 de febrero de 2007

Lo que uno no es, por mí.

En cambio hoy puedo entender qué era lo que Copje intentaba decirme. Sin embargo no coincido con ella.
La tristeza de algún hijo por no haber podido alcanzar los pasos de su padre; la imagen de un "otro" que no puede ser reflejada en uno mismo (por no conseguir esos objetivos pertenecientes al "otro"); son estos ejemplos de lo que quiero decir. Así podría seguir con mil ejemplos más.

Falta, escasez, vacío. ¿Porqué siempre el ser humano se deja llevar por esa ausencia de algo que está presente en el otro? Si el niño es "desalegre" -retomando al filósofo contemporáneo Álvarez Gómez-, pues que él lo sea. Yo seguiré jugando con los "pleimóvil".

Agradecido entonces de no ser lo que es el otro. Pero no por despecho hacia aquel, sino porque alimenta los rasgos positivos propios. Por eso, respeto a Copje -mi psicoanalista- con su idea.

Lo que uno no es, según Copje.

Ayer hablé con Copje. Tuvimos una larga discusión semántica. Ella me declaró que a veces "no es". Entre signos de pregunta le dije: "qué". Largos relatos, propuestas inconclusas, espejismos y otras estratagemas fueron suficientes para que yo terminara por comprender absolutamente nada.

A pedido del público

EPÍLOGO

La vida de Dimitri fue algo tormentosa, como se habrá dado cuenta (no él, sino usted, lectora-lector). Me demostró que uno debe a veces contener su pasión por la otra persona, para evitar desarreglos en su organismo. Pero tampoco uno conoce en detalle esos límites, con lo cual puede suceder lo que a Dimitri.

Slavoj Zizek, febrero de 2007



ÍNDICE

- Prefacio pág. 1
- Dimitri, primera parte pág. 2
- Dimitri, segunda y última parte pág. 3
- Epílogo pág.4

miércoles, 14 de febrero de 2007

Plaza



Anoche pasé por la plaza, recordando el "subibaja" de mis tiempos. En varios bancos dormían hombres de atuendos normales. Los reflectores que colocaron hace poco los delataba. Casi todos con una mano sobre sus caras, como tratando de no ser descubiertos. Fueron pocos segundos en la plaza donde me entretenía a mis inconscientes 5 años. En ese trayecto diagonal, pude escuchar la respiración de cada uno de ellos, como una forma que la plaza a veces toma para demostrar que está viva.

martes, 13 de febrero de 2007

Victoria - 1ra reedición

a. Prólogo a la 1ra edición (1):
En el prólogo no hablaré de mí, ni de cómo conocí a esta ciudad, sino que agregaré un par de cositas que quizás dejen más claro el camino para entender la idea del texto: Victoria tiene una actitud ambivalente, ya que se mueve como para ser una ciudad pequeña pero de gran porte, por un lado. Por otro, hay una clara conducta "vecinal" (de silletas en la vereda, de bondad indiscriminada, de saludos victorienses esquineros, de tonada apaciguada, etc.) que no se deja arrancar, como un árbol antiguo con raíces del tamaño de una baldosa y que complica a los taladores obsesivos. Es la conducta vecinal la que -más allá del hermoso paisaje natural que rodea a Victoria- le da un contrapeso a una ciudad indecisa.

b. Victoria
Seca, algo gris. Baja. Pequeña y corta. Algo vieja y regia.
La ciudad de Victoria es un albergue de perros dormidos, flacos y rengos. Pero buenos. Perros buenos.
De andar unas cuadras se ve el fin del pueblo. Ciudad. Bueno, pueblo. Las calles asfaltadas del “centro” se convierten abruptamente en baches con asfalto y, unos pasos más, no son más que tierra.
Las siluetas más prometedoras son de extranjeras –de rosarinas-, así como de casas antiguas con rejas también centenarias.
Sobre las siete colinas características se yergue Victoria. Famosa capital provincial del carnaval, devenida en subsede del carnaval con los años y transformada en un triste paseo de tablones pintados “a la que te criaste” donde bailan, cabizbajos, seres sin entusiasmo. Cuna actual del pancho y la coca más lentas de su departamento provincial, Victoria posee un ritmo particular: el victoriense.
Mezcla entonces de lentitud –que se propaga desde los canes hasta los choferes- con belleza agropecuaria y riática (de río; riuum; rire), Victoria es un lugar para conocer.

Volví hecho una lechuga. Pero volví y estoy sin ella.


SZ

(1) "Victoria" debió ser escrita el 7 de febrero como un comentario a otro texto.

lunes, 12 de febrero de 2007

Dimitri - Segunda y última parte

A: Dimitri, cómo va?
Dimitri: viento, bosta?
A: acá. Qué se yo!
D: "oká". Tipo... me enamoré.
A: na`

Silencio

D: sá. manamoréchabón.
A: te re re re felicito, Dimitri.
D: grashia, grashia.
A: ¿Quién es la loca?
D: no importa. Es una chica "equis".
A: bastante putita si se le dicen así.
D: tranquilo que no es ninguna puta.
A: Buá. Te felicito, en serio.

Dimitri colgó al instante. No quería seguir escuchando algo que suponía. Tampoco quería fingir su forma de hablar, sus comentarios. Dimitri estaba totalmente enamorado y poseído por una mujer.
Meses más tarde el "rusito" retomó sus cursos de ballet en el C.C. de calle Corrientes donde mejoró una técnica específica de la danza clásica. Su espíritu se elevaba un poco más alto de lo que su cuerpo lo hacía cuando se lucía en un escenario precario del centro cultural. Dimitri sintió por fin que su alma se llenaba, que su amor era correspondido y acolchonado.
Tal excitación interna lo hizo desesperar. Murió hace pocos días en una estación de subte (la "b") debido a un paro cardio-respiratorio, según los médicos.
El espíritu de María ya no lo seguía. Había encontrado una persona única: "Vivi". Una joven de su edad que lo comprendía hasta en sus incoherencias nostálgicas. Ambos pudieron involucrarse en su relación (algo que aterraba a Dimitri en compañías pasadas).
La excitación de Dimitri fue un "contra placebo" que terminó con su vida. Era tal la angustia sentida a causa de tanto amor que un mísero resfrío hizo caer su "Jenga". Sospecho que la falta de afecto hacia él -durante toda corta vida- fue la causa previa a la angustia recién comentada.
Hoy Dimitri está en mi corazón y su recuerdo es mi medium.

SZ
Gracias a la magia secular hoy puedo escribir esto. Respiro profundo y pienso. Digo esta magia secular porque mi padre y mi madre se separaron hace ya unos diez años, casi once. Disfruto este momento en que escucho a un tremendo músico que no inventó nada, sino que por el contrario reconfiguró a un incunable: Jean-Sébastien Bach. Simple y profundo a la vez, Jacques Loussier supo captar la esencia trascendental de Bach y depositarlo en un contenido jazzero de antaño. Esa esencia es trascendental porque este sujeto francés observó en detalle que lo de Bach es adaptable a la magnitud del piano y el violoncello en clave de jazz. Exultantes estos, fascinan a amantes de la -buena- música y hasta a bombones asesinos. Este es otro tipo de magia secular: convertir un idioma religioso (católico principalmente) como era la música clásica del siglo dieciocho en signos no necesariamente religiosos como es el jazz.
Vuelvo entonces a respirar profundo. La música sigue su curso mientras las imaginarias campanadas de las 12.30 suenan en el reloj de abajo a la derecha. Queda solo un trago del "Santa Justina" que supimos conseguir y beber. Un Malbec de 2004 que nadie conoce, pero según mi padre "se vende barato en el super".
Loussier acelera y desacelera el ritmo del viejo Juan Sebastián y yo he terminado de beber a la Santa Justina. Más contenido religioso en estos párrafos ya que me tomé la sangre de Cristo y encima era de una santa que fue embotellada.
Decía al principio que la magia secular ha iluminado este momento. O algo así. Mi padre, entonces, se divorció de mi madre. Mi madre se enteró. Luego nos enteramos mis hermanos (Jeva, la menor; Imre, el mayor, y yo, Slavoj, el del medio) de tal acontecimiento. Mi padre se fue de casa hacia otra casa, donde escribo. Vivo con mi madre, donde suelo escribir y donde mi máquina no funciona de la mejor manera. Por eso, la magia secular que todo lo puede (como divorciar a un par de católicos) me permite encontrarme en otra casa y escribir un poco.
No hay más vino en mi copa; elemento fundamental para poder escribir sobre la religión y la música.

SZ

miércoles, 7 de febrero de 2007

Dimitri -primera parte.

Subte. Línea B. Subte. Libro. Hojas. Libro. Libro. Gente. Libro. Tucutúm tucutúm. Tucutúm tucutúm. Ñiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii. Renglón. Letras. Palabras. Letras. Gente. Li-pal-hoj-tucutúm tucu-chaaaa. Estación Malabia.

Sonríe el joven Dimitri al revisar esa última frase que lo dejó pensando. Echa un vistazo al cartel que ahora entiende perfectamente por la perspectiva. Estación Malabia. Dos paradas más y ya estará corriendo nuevamente. Desea terminar el capítulo tres de la tercera parte del libro.

Las puertas se cierran y el calor sofocante comienza a disminuir. El tren avanza lentamente. Con la sonrisa aún dibujada, Dimitri gira cansino y se encuentra a su derecha con un hombre que lo mira con atención. Sus ojos grandes como interrogándolo por su pasado ucraniano. Vuelto a sus líneas, retoma la ya leída página sesenta de su libro donde el autor comenta: “Sin saberlo, el hombre compone su vida de acuerdo con las leyes de la belleza aún en los momentos de más profunda desesperación”. Enseguida recuerda a María Mitdova, musa quinceañera guardada en un recuerdo profundo del joven.

Dimitri siente que el alma de María lo persigue. Distanciados por kilómetros y años, nunca se han vuelto a ver. El tuvo que dejarla para acompañar a su padre a horizontes porteños. Ella, por su parte, dejó de contestar las cartas del joven ucraniano.

El subte no es un buen refugio para Dimitri ya que se posan –incesantemente- sobre él los ojos de aquel sujeto casi hipnotizado. Ahora su preocupación es reconocida. De reojo observa que el hipnotizado se sienta. Sus manos humedecen una punta de la hoja que sostiene. El hombre no lo mira. Entrecierra los ojos y llama con su celular. Dimitri, inquieto por comprobar la locura del hombre, busca la mirada que lo aterrorizó segundos atrás. El hombre no responde a la búsqueda, cierra el celular y se echa a dormir.

Al salir del vagón, Dimitri entiende que ser visto e involucrarse en una relación lo aterra. Pasaron dos años desde su llegada a este país, pero todavía no puede superar la locura en la que entró por amar y dejar a esa mujer. Nunca la amó realmente, pero fue su única experiencia libidinosa concreta. Dimitri sabe que la belleza de la joven continúa transitando, aún en el encierro bajo la tierra.

lunes, 5 de febrero de 2007

Estimado

Estimado lector. No quiero pecar de atrevido por consideralo "solo" (de soledad). Pero me debo dirigir a esta pantalla con la mayor de las singularidades posibles, o sea, a Ud. solo. Por eso, la mayor de esas singularidades, contrario a la pluralidad que puede ser infinita, es usted. Únicamente usted. Claro que existen casos en que Ud. siente que no está solo, sino que tiene un amigo, un otro yo, o bien un hermoso duende verde en su hombro.

No quiero pecar de atrevido, le decía, por que quizás usted no sea solo. Quizás tiene dos cabezas (graciosos abstenerse), o pretende hacerme imaginar que su alma también tiene vida, pst!

¡Qué! ¿no le gusta que le diga que "es solo"? Sí, le digo: ¡ES SOLO! Puede soñar que es otro y Ud. mismo a la vez; puede tener ese hermoso duende verde con monedas de oro en la olla a la vera del río junto a un inmenso arco iris; puede estar bajo los efectos de cualquier sustancia admitida en Amsterdam (y consumida también por el duende); y así.

Pero claro, el estimado lector pretende "chocolatearme" la situación de que está acompañado, llamándolo/s: "Estimados lectores". Muy bien. Si eso lo hace feliz le diré tal cosa, y además le compraré un muñeco inflable, o quizás un potus.

Estimado lector, tenga piedad. A veces me sobresalto y cometo exabruptos algo vengativos. Tal vez Ud. sea realmente "acompañado" y tenga alguien a quién comentarle este blog. Por eso, comente, divulgue, corra la bola, use el boca en boca. A cambio de qué, me preguntará. "La absoluta nada", le contestaré. Pero como en todos lados hay siempre algo, aquí encontrará lo que en otros lados no hay.

Estimado lector: ayúdeme.

estoy solo.

Zizek.

domingo, 4 de febrero de 2007

Levantando polvaredas de ladrillos





Grita la pared, llena de furia y encanto. Suena contigo una tímida música francesa. Grita todo el tiempo. Mis venas se retuercen. No donan sangre hoy. Se retuercen frente a la pared que se avecina. Sea vecina, sea amiga o sea cualquier cosa, continúa gritando. ¿Pared? ¿Pared...? En el medio del ardor aquel muro no supo contestar a mi llamado. Calla, pared, como lo hace también la música francesa.


Luego los golpes. Luego los gemidos; y los gritos. Mis venas siguen sin reaccionar, inhibidas ya por el clamor de una pared que ha vuelto a gritar.
Libidinosa pared que juega con mis sentimientos de turista embaucado. Embroncado. Embebido en un lecho ajeno. Embarazado. No. Eso no.

El pueblo quiere saber con quién se frota. Yo no.

Dejo a consideración de usted el final de este acabado fin. Mate o entienda. Mate o merienda.

Zizek

Se va la primera





Fatal. Tremendo. ¿Puede un éxito ser para siempre? Puede.

El éxito ¿excita? Quizás.

O quizás el éxito se acaba -y pronto- debido a su raiz inglesa: exit.


Fui un hombre que supo tener lo que quiso. Pude una tarde conocer gente. Otras tardes también conocí más gente. Me acostumbré a conocer gente por las tardes. Tarde, pero pude. Hubo sí una vez que no fue cualquier tarde. Tampoco fue cualquier gente. Era una genta. Construimos un amor divino de a poco. Yo estaba perdidamente atrapado por esa genta. Ella comprendió que yo era para ella misma y yo comprendí lo mismo pero al revés. Ambos para ambos.


Podía superarme todo el tiempo, llegué alto. No todos tienen un metro ochenta y pico. Era realmente un tipo de alta calidad; un alto tipo. Fue toda esa historia en que llegué a la gloria. Los del barrio la llamaban así, La Gloria. Alta Córdoba. La Gloria era mi techo y mi piso, mi fin y mi inicio. Trampoleen de nuevas emociones, querida gloria.


Hoy me dejó. Hoy pasó y me dejó. Pasó sin pena ni escritos en cuadernos suyos. La conocí ayer y me dejó un beso enorme.


Te quiero Gloria. Te quiero. Se va la primera redacción, querida gloria. Adentro.


Zizek.