martes, 13 de marzo de 2007

Encuentro

Ayer lunes me encontré por el centro de Buenos Aires. Humedad. Pura humedad.
Decidí comer algo. "Un sánguche y una coca", dije. "Sánguche no, sólo pizza y empanadas", me contestó un sujeto malhumorado.
Me atraganté con dos porciones de muzzarella y previamente con una empanadita de jamón y queso. Grasa. Pura grasa.
Entre el partido repetido del domingo -un Lanús vs. Racing deplorable-, los comentarios groseros de un par de tipos a mi lado, y la vieja de más de ochenta que siempre veía yo comprar pizza, surgió, desde el exterior, una figura llamativa.
Su andar era imprudente, fijando su vista en algún recodo de los viejos edificios. Llevaba una remera naranja, unos zapatos azules y naranjas también, pero desentonaba con un pantalón marrón clarito. Entre su axila traía el diario que se reparte en el subte y algunas hojas escritas en clara pluma.
Pensé que podría ser un viejo albañil, un viejo ricachón, o un viejo extranjero. Cabría cualquier posibilidad. En un instante hizo una gran pantomima: miró a dos chicas por delante y por detrás, giró en ciento ochenta grados, avanzó sobrepasando una señora -lenta en su andar-, y con su derecha estirada abrió la puerta del abismo. Entró de golpe y todo el lugar pareció callar ante sus pasos. Observando ahora la lista de precios del mostrador, recorrió el pasillo ante la mirada del público (escaso, claro, eran ya las 15hs) que esbozaba una sonrisa.
"¿Qué tal Don?", preguntó el malhumorado, de reciente sonrisa. "A los efectos de contentarme con un placer parecido al de navegar en proa, déme, si es tan amable, una de anchoa".
Me di cuenta, en ese mismo instante, que mi ojo nunca había estado más fino. El simpático ser descolocado, desnivelado de la estructura y la situación, no era si no el intrépido literato Don Álvarez Gómez.

SZ

9 comentarios:

Álvarez Gómez dijo...

Estimado, qué honor tan grande leer este texo, leer su interpretación de AG.

Le agradezco de verdat.

Zizek dijo...

Un placer.
SZ

Ela dijo...

Zizek, un relato excelente. Una descripción espectacular (de espectáculo) . Una intriga que se mantiene hasta el final.
Lo disfruté tanto como la pera madura y riquísima que acabo de ingerir: jugozo, dulce, amarillo, rápido, y el ultimo bocado, grande y sabroso (en serio le digo que fue como la pera. Igual tomé soda media caliente, asi que tal vez por eso estoy escribiendo estas cosas) Gracias.

Ah! y no me había imaginado así al Sr AG.

Saludos

Álvarez Gómez dijo...

Ela, entre lo que imagino de su boca, y lo que dice de la pera se me bonifica la imaginación,se me arteriotrofian las verbebena, me nacen tucumanes en las orejas, órganos de orégano oreganizan un coro aromático que pregunta: cómo encontrar la boca de ela, la boca que comió esa pera (no otra boca, sino ésa, que ya pasó). la respuesta, como todas las respuestas, es encontrarl a Funes, el memorioso, ara que relate la ingesta peril que usted nos regaló a los lectores de este blog. Usted no cura la ansiedad, la amplifica.
Digiera este piropo como pueda.
Saludos,
AG, el aromático.

Zizek dijo...

Ah. estamos "soft" por lo que veo. Un fugazmente inspirado SZ, una dulce descripción peril de la misteriosa Ela, una noble confesión de meticuloso y enredado pero fascinante AG.

Gracias lectores de este blog (Ela, AG) por recordarme a la vieja de la panadería de mi infancia cuando, al agarrar tres miñoncitos (y no veinte rocas de harina): "mejor calidad que cantidad".

SaludoZ

La Incondicional dijo...

Pasé por tu blog de casualidad. Es lejos lo mejor que he visto en materia de redacción y con un colorido sensacional. Por momentos me pareció estar leyendo las Aguafuertes de Roberto Arlt. Si la gloria te dejó el buen estilo descriptivo no lo hizo para nada. Saludos,

guadis! dijo...

Muy lindo relato, muy descriptivo y lleva a la imaginación de toda la situación y el lugar. Saludos!

Zizek dijo...

Incondicional. Me quedé mudo. No diga eso que algunos se van a enojar -o sólo me celarán unos momentos-, como aquellos que suelen escribir con pluma.
Incondicional, espero que usted no se vuelva contra su apodo. Muchas -varias- gracias.

Guadis! Las gracias están compartidas acá también. ¡Imagínese lo que era ese lugar! Muy bien... ya lo hizo. Quien escribe no está sólo, sino que necesita mil intérpretes de este relato, o bosta, o maravilla, o simple cuentín bonito, o un par de líneas más en nuestro mundo "punto com"

Gracias
SZ

Ela dijo...

Me quedé sin palabras con lo de Alvarez.