martes, 27 de marzo de 2007

Filtro-nariz

"Hola. Vengo por mi rino-sinusitis". El doctor me estrechó su brazo. "Claro, acá está la placa. ¿Tan mal sacadas están? Suelo hacer las placas en ellugar de siempre". Sin pedir permiso, se presentó como un orador experto en filosofía, aunque a veces revisaba su costado médico: "Lo acabo de revisar y su nariz está fenómeno. Usted no tiene rino-sinusitis, aunque en otro momento se lo haya dicho el médico anterior que menciona".

No entendía nada. Había ido para que me diera la receta del Nasonex, un par de pastillas desconocidas y para que me abra un poco el interior de mis fosas. Pero ahora estaba arribando a conclusiones psíquicas, psicológicas y psicodélicas que me enfermaban más de lo que estaba -si es que lo estaba. Según él, todo provenía de un temor a acercarme al mundo exterior, reflejado en ese filtro-nariz situado entre mi cuerpo y lo de afuera.

"¿O sea que no tuve esto en este último tiempo?" Entonces se vislumbraba cuál el acertijo del simpático hombre de blanco: relajarme. "Yo también pensé que era psicológico, pero no como para creerme esto". Me ordenó buscar un masajista, un kinesiólogo, un mejor psicólogo (o bien sólo plantear el tema del filtro-nariz), tomarme quince minutos por día para relajarme y descomprimir mis músculos.

Mi vida entonces puede estar plagada de médicos que tiran abajo toda mi estructura de cartas de truco. Eso. Truco. Solo yo puedo creerme lo que mi anterior médico había dicho ("Rinitis y sinusitis, tome esto", en sus palabras). De hecho pasé 237 días durmiendo mal, me retiré de al menos cuatro partidos de fútbol a mitad de tiempo, me generó un 30% más de migrañas que hace un año y me hizo estornudar bastante más de la cuenta. Pero todo era un truco y nada de eso había ocurrido. Bueno... sí. Sucedió y me desperté de mala gana en la mañana del 238. Debido a ese truco tambalean los momentos que viví.

Me doy cuenta que puedo generarme mil problemas y que, como experto en el arte de desconocer la medicina, el diagnóstico será complicado o al menos delicado. Ayudado claro está por algunos reputados clínicos, y estimulado por mi propio cerebro, llego a conclusiones que necesitan urgencia. Pero, más tarde, otros doc's aparecen y echan pestes sobre mis postulados e iniciativas. Me hunden y recomiendan que revise mis varios años de terapia porque este tema no fue tratado debidamente. ¿La prueba? No hay rino-sinusitis.

Hay algo muy grave aquí. Todo hace notar que soy muy maleable, como un títere. Algunas ideas que formé de mí mismo pueden ser erradicadas -como hizo el nuevo médico con la teoría del anterior- por mi persona de forma sencilla. Veo el ejemplo con el filtro-nariz. Pensé por mucho tiempo que mis problemas más fuertes acerca de la relación con ese exterior eran algo menor. Error. Y no solamente que no son algo menor sino que -yendo a lo crítico de este tema- no tengo la más remota noción de cómo entender siquiera qué me ocurre con ese exterior.

SZ

7 comentarios:

emiliano. dijo...

Usted tiene problemas, mi amigo Zizek. Lo que tiene que hacer de una vez por todas es abandonar para siempre la terapia psicológica y dejar de ir al médico. A mi tío le pasaba algo parecido, su doctor le detectaba enfermedades bastante raras y su psicólogo no hacía más que confundirlo. Pero siguió mi consejo y dejo de visitarlos. A la semana murió, cayo seco mientras esperaba el 141 en Canning y Corrientes.


No se por que le digo esto.


Que se mejore, Slavoj.

Zizek dijo...

Me hace reir emiliano. Gracias por el consejo y por recordarme a su tío -que en paz descanse- en una anécdota tan maravillosa.
Igual, quédese tranquilo, estoy mejor. Es solo la sensación horrible de una disonancia entre el mundo de la medicina en su interior y entre ese mundo y yo.
Tengo que ver a Copje nuevamente.
Gracias por los comentarios.
SZ

Álvarez Gómez dijo...

Emiliano, grandioso comentario.
Slavoj, me gustó el texto. Bueno Bueno Bueno.

La Incondicional dijo...

Usted debería leer El Enfermo Imaginario de Moliere, le va a sentar muy bien.
Emiliano: qué sentido de la oportunidad! Vos sí que estás para trabajar en el Centro de Asistencia al Suicida.

Zizek dijo...

incondicional. hace bastante tengo ganas de leerlo. Pero, para decidirme consultaré a algún médico o a mi terapeuta (Copje), quienes me dirán: "no lo haga, ¿está loco?" Con esa respuesta le echaré sin dudas una ojeada a Molière.
gracias
SZ

Ela dijo...

Vea a Copje.

Buen texto.

Saludos

Zizek dijo...

la veré. gracias ela.
SZ