domingo, 18 de marzo de 2007

Guido desvanece

Ista semana fue complicado paro Guido. Un amigo ítalo-esloveno qui parla un español coherente. Se notaba a la ligua su desazón. Motivos le sobraban: estuvo presente en un entierro, fue víctima de un asalta a mano armade en calle Lavalle e su hijita estaba con problemas (aún hoy siguen sin detectar suyo enfermedá). No tuvo más rimedio que acercarse a mi puerta y largar todo con un imotivo llanto. Así de sencillo fue su acercamento.
Tan sencillo para algo tan complicado como es la vida en ese tipo de semanas. Habló, lloró. Yo lo escuchaba con suma atención (ahora creo que algo de su italianismo quedó en mi cabeza, aunque no sepa una sola palabra).

Pienso en Guido. Pienso en sus desgracias. En esos momentos no quiero más nada. Solamente acompañarlo en su dolor. Preguntaré a Copje cómo se sale de esta clase de semanas. Ella tendrá palabras para hacerme salir al menos cincuenta minutos de esa feroz realidad, lindera con la muerte.

SZ

3 comentarios:

Ela dijo...

Ante una semana así solo podría escuchar y dar un abrazo fuerte.
Me gustó esa tonadita italiana. Mientras se le pegue la tonadita y no el dolor... que se yo.

Un beso grande

Zizek dijo...

El dolor también me pegó, debo confesar.
gracias.
SZ

Luciano dijo...

Bocato di cardinale.