viernes, 15 de junio de 2007

Literatura

La página está en blanco. No tengo muchas ganas de escribir. Creo que es porque estoy alejado de la literatura. Un amigo me comentó una conversación con su madre: "vieja, yo hago literatura". Esas letras sonaron de forma estridente. Luces bajas, un poco de humo entre la mesa y la lámpara, y el toque final de "literatura". Acentuación en "tú". El "ra" casi inexistente, pero profundo.

Esas palabras que están en el aire, suenan monótonas y luego un tipo como mi amigo -Mariano- puede hacerlas parecer un silencio sepulcral entre el bullicio.

Supongo que esta clase de personas me arroja algo de la literatura que busco cuando la página está en blanco, o cuando no quiero escribir. Aunque sigo descuidando esto de escribir (por cuidar otras cosas personales de mayor urgencia e importancia), me resisto a perder este contacto tan íntimo conmigo, tan curioso con quienes leen.

SZ

martes, 5 de junio de 2007

Desencantado

así me encuentro. Frente a este panorama paupérrimo, me molesta saber que casi la mitad del electorado porteño votó a Macri. No todo queda en este candidato, sino también en el segundo y tercero, y hasta en las fuerzas que tuvieron menos de un cinco por ciento de votantes.

Macri apareciendo como el paradigma del cambio indiscutido, como gran formador de equipos de gestión, como un avanzado empresario que supo sacar adelante a un equipo de fútbol y lo coronó. Mi tío Alberto "Cuqui" Dvorät también cayó en una empresa (una fábrica de ladrillos en Entre Ríos), la sacó del déficit, y en unos ocho años ya ganó premios en Dinamarca, Estados Unidos y México (hay una asociación que otorga premios a la empresa con mejor calidad de ladrillo de diferentes productos). En 2003 el Cuqui se postuló para Concejal en San José de Feliciano (Norte de E. Ríos), y este año lo eligieron intendente de esa ciudad. El problema es que el Cuqui no tiene idea de administrar lo público... Eso sí, es un gran gerenciador de empresas.
Disculpen la digresión, pero el caso era parecido al de Macri, salvando distancia, magnitud y relevancia.

Lo de Filmus, bueno, gente, ¿qué puedo decirles? Detrás de él, o mejor dicho, delante de él, hay una banda de mafiosos "del primero al último" -siguiendo a Jorge Batlle en su célebre frase destinada a los argentinos en su conjunto-, que tiene una estructura tipo "omertá" y que es superavitaria en casos de corrupción. No mucho más para decir.

Telerman tuvo una asombrosa capacidad para ganarse votos en su contra -por ejemplo el mío- en tiempo récord. Se perfilaba como una salida moderada frente a la derecha macrista (con mayoría en la Legislatura) y frente al avance Kirchnerista en todo el país, encarnado en la figura filmuseana en Capital. Pero se fue de mambo. Un exceso de afiches, propagandas en tv, y una forma muy pegajosa ("cada día te quiero más", y otros usando mucho amor, "sumatorias", mostrando su calva bocha) de expresar su amor por buenos aires y por los porteños. Conclusión: me "sacó" en una veintena de días.

Los partidos de izquierda en su gran mayoría estuvieron en contra de todo. Hicieron la gran "anti", rivalizando a todo el que estuviera con los capitalistas depredadores. Repito, casi la mitad del electorado estuvo con un fiel exponente de esta clase, o sea M. Macri. Otros izquierdistas optaron por no ir a votar. Anarquía total. Sin palabras.

Hubo casos rescatables como los de Lozano y ... bueno, como Lozano (queda clara mi postura).

Con todo esto, el panorama, les decía, es paupérrimo. Nadie aportó nada nuevo, distinto. Pocos ciudadanos conocemos las plataformas o acciones de los candidatos -ahora sólo dos, Macri y Filmus. Parece que el discurso (oral y escrito) y la práctica política no intervienen en el proceso de persuasión de los votantes. Solamente son flashes, peladas, bigotes, Boca Jrs, K., saltos a baches, afrancesamiento, y qué sé yo.

Por otra parte, a nivel nacional hay una fuerza y es, lamentablemente, la de K. Después hay un devaluado ARI -con una coalición que es más un rejunte de ex peronistas, dualdistas, radicales, y Bullrich, que no sabemos qué color tiene-, una segunda débil "fuerza" política, valga la paradoja, que es la UCR (nominalmente es la segunda, luego del FPV), pero que no pincha ni corta por el momento, y luego el Macrismo que es muy fuerte en Capital Federal y que suma un número interesante para la elección nacional.

Pero todo parece indicar que luego de luchas internas entre los partidos de oposición nacional (ARI, UCR, Macrismo, izquierdas), éstos no llegarían siquiera a los talones del FPV. No quiero perder las esperanzas, pero entre el domingo y lo que se viene en Octubre, estoy por demás desencantado.


SZ

PD: por cierto, desencantado con la clase política y con la sociedad.