domingo, 4 de febrero de 2007

Se va la primera





Fatal. Tremendo. ¿Puede un éxito ser para siempre? Puede.

El éxito ¿excita? Quizás.

O quizás el éxito se acaba -y pronto- debido a su raiz inglesa: exit.


Fui un hombre que supo tener lo que quiso. Pude una tarde conocer gente. Otras tardes también conocí más gente. Me acostumbré a conocer gente por las tardes. Tarde, pero pude. Hubo sí una vez que no fue cualquier tarde. Tampoco fue cualquier gente. Era una genta. Construimos un amor divino de a poco. Yo estaba perdidamente atrapado por esa genta. Ella comprendió que yo era para ella misma y yo comprendí lo mismo pero al revés. Ambos para ambos.


Podía superarme todo el tiempo, llegué alto. No todos tienen un metro ochenta y pico. Era realmente un tipo de alta calidad; un alto tipo. Fue toda esa historia en que llegué a la gloria. Los del barrio la llamaban así, La Gloria. Alta Córdoba. La Gloria era mi techo y mi piso, mi fin y mi inicio. Trampoleen de nuevas emociones, querida gloria.


Hoy me dejó. Hoy pasó y me dejó. Pasó sin pena ni escritos en cuadernos suyos. La conocí ayer y me dejó un beso enorme.


Te quiero Gloria. Te quiero. Se va la primera redacción, querida gloria. Adentro.


Zizek.

No hay comentarios: